Elegantes y con un corazón dispuesto a servir llegaron 70 empresarios al restaurante Don Juan en el centro histórico de Cartagena, todos con una sola misión, ayudar a mejorar la calidad de vida y cumplir sueños a niños y adultos mayores de la Fundación Dones de Misericordia.

El restaurante Don Juan ha sido el escenario por 9 años para la realización de este evento que reúne a personas con un corazón inmenso cargado de amor y de nobleza; con un solo propósito, cenar para contribuir con la noble causa que por más de 15 años ha trabajado la Fundación Dones de Misericordia en cabeza de su fundadora y presidenta Arlena Hoyos; construyendo sueños, restaurando corazones y devolviendo esperanza; protegiendo los derechos de 3068 niños, garantizando una vejez digna a 93 adultos mayores y mejorando la calidad de vida a 1300 familias, a través de tres programas  hogar, casa y kiosco de los dones.

En la Isla de Tierra Bomba trabaja por la niñez fortaleciendo su educación y alimentación saludable; a través del deporte enseña la importancia de respetar y poner en práctica los valores; empodera a madres cabeza de familia fortaleciendo sus dones y talentos; actualmente con el apoyo de la artista María José Gil un grupo de mujeres trabajan en la realización de productos como alcancías echas con totumos reciclados en la misma isla, estos son convertidos en cerditos que sirven como alcancías y son decorados con materiales especiales para embellecerlos y así ofrecer un producto de calidad a propios y turistas, las señoras trabajan en 4 productos más como móviles con figuras de pescados; el reconocido diseñador de modas colombiano Hernán Zajar se estará uniendo a este trabajo para realizar accesorios con totumo y perfeccionar cada manualidad; de otra parte otro grupo fortalece y perfecciona la confección de ropa de la mano de una instructora del Sena.

Con el apoyo de Corpoturismo Dones de Misericordia trabaja para potencializar la isla de Tierra Bomba como destino turístico por excelencia, ¿cómo lo hace? fortaleciendo día a día los talentos de jóvenes y sus familias, su mayor misión es cambiar la manera de pensar de los tierrabomberos y darles a conocer que tienen demasiado talento que pueden poner en práctica y crear sus propias microempresas, para así fortalecer su economía y erradicar la pobreza extrema en la que han estado sumergidos por muchos años, todo esto se está  logrando gracias a personas de gran corazón que día a día se unen poniendo su granito de arena para hacer de este sueño de ayudar a los más vulnerables una realidad.

A corto plazo la Fundación Dones de Misericordia tiene un gran reto, y es comprar la casa de los Dones, donde se encuentra el internado de los niños en Turbaco, pues esta ha sido arrendada por varios años y sus propietarios  exigen su compra o desocuparla, es un reto porque en el momento no se cuenta con el dinero, pero se está  trabajando fuerte, confiando en Dios en que más personas se unan para juntos poder  seguir garantizando una excelente calidad de vida a estos niños que por años les fueron violados sus derechos. El sueño más grande es poder seguir llevando felicidad a aquellos que más lo necesitan.

Desde ya se trabaja en otro gran evento que reúne a las familias por la niñez cartagenera a través del deporte, corriendo 5 y 10 kilómetros por el centro de la ciudad, así realizan su aporte para seguir garantizando las necesidades básicas de los niños que hacen parte de esta gran familia Dones de Misericordia, así, la fundación sigue trabajando por la erradicación de la pobreza extrema con proyectos que son sostenibles en el tiempo y que traen consigo paz para quienes dan y reciben, porque todo empieza en el corazón de cada persona como lo dice el lema de esta institución sin ánimo de lucro ¡SI YO CAMBIO, TODO CAMBIA!.

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